domingo, 2 de noviembre de 2008

Educación Intercultural

“…este tipo de lucha nos da la oportunidad de
convertirnos en revolucionarios, el escalón más alto de la especie humana,
pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno
de estos dos estadíos deben decirlo y dejar la lucha.”

Ernesto Che Guevara

GRITO URGENTE
Quizás nuestro tiempo sea tan urgente como el que experimentaba el Che, cual momento lo empujaba a decir estas cosas, de una manera tan radical, porque ante sus ojos se veía claramente la barbarie de un Capitalismo, que iba ganando día a día espacios de poder y que prometía una barbarización de Latinoamérica, provocando pobreza, miseria, corrupción. La semilla del Neoliberalismo estaba siendo sembrada lentamente, y ¡cómo entonces callar! el borbotón de sangre que sale de la Vocación más alta del ser humano, que exige un compromiso sin tregua ni pausa. La Revolución no posee tramos, es una línea sin tiempo ni espacio, es un grito inacabado, lleno de pulsión de voluntad por cambiar el curso de la Historia.

Era Urgente, no solo decir, sino hacer. Hacer hecho las palabras dichas en amanecidas noches de sueños e ideas libertarias. Porque ante la mirada del Che estaban esos que, sólo decían: qué se debería hacer, aquellos que todo el tiempo se quejaban pasivamente de la realidad, aquellos que se enriquecían con el sudor ajeno, y aquellos que se cagaban de risa de la miseria de un pueblo. Ante su mirada que día a día se iluminaba de sueños revolucionarios, estaban aquellos que sólo esperaban la solución de arriba, pero él la fue a construir, no a buscar, fue a ¡CONSTRUIRLA! Para que otros las caminaran.
Por eso, sus palabras son fuertes, llevan en su tono, un grito casi de desesperación, un llamado a transformar las meras palabras en concretas acciones que arrimen leñan seca al incendio de almas, que se necesita para cambiar de rumbo un Capitalismo que hoy es Neoliberalismo, más tecnificado, industrializado, informatizado, pero que lleva en su seno, la misma barbarie que destruye toda posibilidad de Esperanza. Los egoísmos y el individualismo.


Por eso, a quienes en este tiempo Urgente, que no es muy ajeno al tiempo del Che nos toca la misma posibilidad de ser revolucionarios, le escribo esta carta, diciendo con el mismo tono radical del Comandante: “SOMOS LLAMADOS A LA LUCHA POR UN MUNDO DIGNO DE VIVIR, Y QUIENES SE COMPROMETAN, QUE SE CONVENZAN DE QUE ES LA VIDA LA QUE SE DA PARA SEMBRAR VIDA”

Hay un mundo que necesita de nosotros, de nuestras ideas, de nuestro amor, de nuestra vocación de servicio, de nuestros ideales…
Un Revolucionario, siempre tiene tiempo para dar su vida a los demás. Porque vive sin tiempo, sin espacio, siempre está surcando caminos para los demás.
Y aunque veas que todo está bien, mira a tu alrededor, verás la desesperanza en las muchas miradas de nuestro pueblo. Y es esa nuestra Lucha: Despertar la Esperanza del pueblo.

No hay cambios, por que no hay esperanza. La Esperanza es el Motor de la Revolución, es la sangre del revolucionario, y el arma mortal de todo líder. Libera la Esperanza del pueblo, y verás renacer la Historia de los Ideales.

¡Despierta en vos: LA ESPERANZA, tú única arma!

Dirección E.D.RE.C.
Rodolfo Altamirano

Octubre de 2008

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